Por encontrarse ubicada en una zona de riesgo sísmico alto, Popayán ha sido azotada por varios terremotos a lo largo de su historia. El más reciente de ellos sucedió en la mañana del Jueves Santo 31 de marzo de 1983, a las 8:15 de la mañana. La ciudad sufrió un sismo de magnitud 5.5 en la escala de Richter y variaciones de grados VI y IX en la escala modificada de Mercalli; su epicentro fue localizado a 46 km al suroeste y el hipocentro a unos 4,000 mts de profundidad y su duración fue de 18 segundos. La cifra de muertos se calcula en trescientos y más de diez mil personas quedaron sin techo, amplias zonas del sector histórico construido en adobe y tapia se vio afectado, los edificios públicos y gran parte de las iglesias, construidas en los tiempos de la colonia, fueron averiados. La cúpula de la Catedral se desplomó y allí perecieron 90 personas que esperaban el inicio de los oficios religiosos del día. Las bóvedas del cementerio católico se abrieron y cientos de cadáveres y restos de huesos humanos quedaron expuestos. Los extremos de la pista de aterrizaje y la torre de control del aeropuerto de Machángara (hoy Guillermo Valencia) se semidestruyeron. El total de construcciones derruidas fue de 2.470 viviendas construidas en ladrillo perteneciente a familias de bajos ingresos mientras que otras 6. 680 sufrieron daños considerables[1], que conformaban los barrio El Cadillal, Pandiguando, La Esmeralda y Pubenza, este ultimo consistía en un conjunto de condominios llamados Los Bloques de Pubenza en el que habitaban unas 150 familias, su infraestructura cedió por la magnitud del sismo y provocó un número considerable de muertos. Los Bloques de Pubenza consistían en 12 conjuntos arquitectónicos cada uno con 8 aparamentos distribuido en cuatro pisos. El terremoto también devastó a Timbío, un municipio próximo a Popayán.
Inmediatamente, se iniciaron las actividades de rescate de heridos y primeros auxilios por la Cruz Roja, seccional Cauca, quienes vía radio empezaron a solicitar ayuda, llegaron auxilios de todas partes de la nación de Colombia y países vecinos, La Defensa Civil, el Cuerpo de Bomberos, la Policía Nacional, el Ejercito y otras asociaciones voluntarias participaron en el rescate y transporte de heridos graves al Hospital Universitario San José de Popayán, que contaba con refuerzos médicos del hospital universitario de Cali, los servicios de salud colapsaron por el gran número de heridos por lo que se remitieron a la ciudad de Cali unos 130 heridos. Pasado un tiempo lleno de algunas replicas, la población comenzó a recuperar sus pertenencias de entre los escombros y a recoger materiales de construcción que pudieran utilizar nuevamente. La solidaridad nacional e internacional se hizo presente en auxilios de hombres, dinero, medicamentos, víveres y material.
Se establecieron 21 campamentos y 25 "invasiones" para los habitantes que habían quedado sin hogar, se organizaron "ollas comunales" y se repartieron víveres y mercados que llegaban de las donaciones a través del Idema. Una gran cantidad de tiendas de campaña o carpas fueron distribuidas entre la población, las cuales, se erigieron en el solar donde había existido la vivienda o en el patio de la vivienda semidestruida o en terrenos tomados o invadidos en el norte y el sur de la ciudad, de esta forma los propietarios podían vigilar sus pertenencias que les quedaban. Esta tragedia mostro la existencia de la escasez de vivienda, al descubrirse la existencia de muchos inquilinatos en un municipio que se preciaba de no tener tugurios y ahora eran cientos las familias sin techo, a las que se sumó la Explosión de invasiones. La edificación de casas estuvo liderada por el Sena, con su programa de autoconstrucción. La ciudad fue reconstruida en cinco años, aunque muchas edificaciones demoraron mucho más en volverse a levantar. A pesar de los destrozos causados, un esfuerzo masivo se llevó a cabo durante la década siguiente para reconstruir y restaurar la ciudad y permitirle recuperar el esplendor y la belleza de su arquitectura colonial. La mayoría de edificaciones de valor histórico y religioso debieron ser reconstruidas partiendo de la memoria fotográfica. La ayuda extranjera que proviene de muchos países y organizaciones se va organizando de tal forma que cada país u organización se encargue de recuperar alguna zona, es así como el gobierno alemán reconstruyó la Ermita, Asocaña reconstruyó la Torre del Reloj y la embajada de España reconstruyó el templo de San Francisco. Japón invirtió en la vereda de Julumito, la firma Rodrigo Llano trabajó en la iglesia Santo Domingo y Antioquia apoyó a Cajibío. La alcaldía de Bogotá construyó el barrio Santa fé de Bogotá; Solidaridad por Colombia, el Bello Horizonte, Suiza el barrio Suizo y el Minuto de Dios el barrio del mismo nombre. La gobernación del Meta apoyó la reconstrucción de la escuela el Retiro, con otros donantes más y la Comunidad Colombiana en el Exterior, Barrio Colombia. La Unión Europea hizo aportes para la reconstrucción de barrios populares, como Maria Oriente, Poblazón y otros, reconstruyendo las viviendas y dotándolas de servicios básicos. El gobierno español, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional -que tiene una de sus sedes en Popayán-, apoyó igualmente apoyado una parte importante de la estrategia de recuperación de la ciudad antigua, al igual que la Cooperación Alemana.
Ante lo observado por el sismo en Popayán, se empezaron a aplicar y exigir las normas de sismo resistencia en toda construcción en Colombia.
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